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Entendiendo la insuficiencia venosa
Sentir pesadez o hinchazón en las piernas puede parecer algo normal después de un día largo, pero a veces puede ser señal de algo más. La insuficiencia venosa es una condición común que afecta el retorno de la sangre desde las piernas al corazón. En esta página encontrarás información clara y confiable para comprender qué es, por qué ocurre y cómo detectarla a tiempo. (1)
¿Qué es la insuficiencia venosa?
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La insuficiencia venosa crónica es una condición frecuente en la que las venas de las piernas no logran transportar correctamente la sangre de regreso al corazón. Esto ocurre principalmente debido a que las válvulas internas de las venas se deterioran o se dañan, lo que hace que la sangre no fluya correctamente y se acumule en las piernas.

¿Cómo funciona el sistema circulatorio y por qué ocurre la insuficiencia venosa?
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Para entender la insuficiencia venosa, es importante conocer cómo circula la sangre en nuestro cuerpo.
El sistema circulatorio está compuesto por el corazón, las arterias y las venas. Las arterias son los vasos sanguíneos que llevan la sangre rica en oxígeno desde el corazón hacia los tejidos del cuerpo. Una vez que las células han usado ese oxígeno, la sangre regresa al corazón a través de las venas. Desde allí, será enviada nuevamente a los pulmones para oxigenarse y repetir el ciclo.

Las venas de las piernas tienen una tarea especialmente desafiante: mover la sangre de regreso al corazón en contra de la gravedad. Para lograrlo, cuentan con unas pequeñas válvulas que se abren para permitir el paso de la sangre hacia arriba y se cierran para evitar que vuelva hacia abajo.
Cuando estas válvulas se debilitan o se dañan, la sangre empieza a acumularse en las piernas, provocando un aumento de presión dentro de las venas. Con el tiempo, esta presión puede hacer que las venas se dilaten, pierdan su forma y se vuelvan aún menos eficientes, generando un círculo vicioso.

Además de las válvulas, los músculos de las pantorrillas cumplen un papel clave. Cada vez que caminamos o nos movemos, estos músculos actúan como una bomba natural que impulsa la sangre hacia arriba. Si esta bomba muscular no funciona bien, por ejemplo, en personas que pasan mucho tiempo sentadas o con poca movilidad, también puede contribuir a que la sangre se acumule.
En casos más avanzados, este mal funcionamiento puede desencadenar inflamación de los tejidos, cambios en la piel, hinchazón y, en algunos casos, úlceras de difícil cicatrización.

¿Cuáles son sus causas y factores de riesgo?
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La insuficiencia venosa puede tener distintos orígenes. En muchos casos, se presenta sin una causa identificable. En otros, está asociada a antecedentes como una trombosis venosa profunda, que deja secuelas en las venas afectadas. También puede producirse por compresión de las venas por estructuras cercanas (como ocurre en el síndrome de May-Thurner), o por alteraciones poco frecuentes como malformaciones o debilidad en la estructura de la pared venosa.
Además de estas causas, existen factores que aumentan el riesgo de desarrollar insuficiencia venosa a lo largo de la vida:

- Antecedentes familiares de varices o de trombosis venosa profunda.
- Edad: Con el paso del tiempo, las venas pueden perder su elasticidad y las válvulas pueden deteriorarse.
- Sexo: Las mujeres son más propensas a presentar esta condición.
- Embarazo: El aumento de volumen sanguíneo y la presión sobre las venas dificultan el retorno venoso.

- Sobrepeso u obesidad: El exceso de peso ejerce más presión sobre las venas de las piernas.
- Estilo de vida sedentario: Permanecer mucho tiempo de pie o sentado sin moverse puede dificultar el flujo sanguíneo.
- Falta de ejercicio: La actividad física, especialmente caminar, activa los músculos de la pantorrilla que ayudan a empujar la sangre hacia arriba.
Aunque algunos de estos factores no pueden modificarse, muchos otros sí. Adoptar hábitos saludables puede ayudar a retrasar la aparición de los síntomas o evitar que la enfermedad avance.
¿Qué tan común es esta condición?
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La insuficiencia venosa es una de las enfermedades más frecuentes dentro de los problemas vasculares. Se estima que entre el 25% y el 30% de las mujeres adultas presenta algún grado de várices, y entre los hombres, esta cifra va del 10% al 40%. Aunque muchas personas lo relacionan sólo con un problema estético, la realidad es que puede afectar significativamente la calidad de vida.

Algunos estudios europeos indican que el 68% de las personas que acudieron al médico por síntomas relacionados a esta condición, presentaron algún grado de insuficiencia venosa crónica.
En Perú, no se cuenta con estudios amplios que midan la prevalencia exacta.
Varices: más que una preocupación estética
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Aunque el entorno en el que vivimos no está directamente relacionado con la aparición de insuficiencia venosa, sí se ha observado que las altas temperaturas pueden empeorar los síntomas. Es común que las molestias aumenten durante los meses de calor o en personas que trabajan en ambientes calurosos, como cocinas industriales, hornos o fundiciones. El calor favorece la dilatación de las venas, lo que puede intensificar la hinchazón, la pesadez o la sensación de cansancio en las piernas. (3)
- Preocupaciones estéticas en verano (5)
Mientras algunas personas consideran las varices como un problema estético, en realidad pueden ser una señal de enfermedad. No es sólo una cuestión de apariencia, sino un tema médico que puede requerir atención. - Incremento de problemas venosos en verano (6)
En los meses de calor, muchas personas notan que sus piernas se sienten más pesadas, hinchadas o con más molestias que de costumbre. Y no es casualidad: el calor puede agravar los síntomas de la insuficiencia venosa.

Diversos estudios han mostrado que las afecciones venosas, aumentan significativamente durante el verano.
¿Por qué sucede esto? El calor dilata los vasos sanguíneos, haciendo que la sangre circule más lentamente y se acumule con mayor facilidad en las piernas. Además, en esta época muchas personas dejan de usar medias de compresión o se mantienen más tiempo de pie debido a las actividades al aire libre.
Si bien las varices también pueden generar incomodidad estética, es importante saber que se trata de una condición médica que debe atenderse todo el año, no sólo cuando se hacen más visibles en verano.
¿Cuáles son los síntomas?
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Los síntomas de la insuficiencia venosa pueden variar de una persona a otra, y no siempre aparecen de forma evidente al comienzo.
Los síntomas más frecuentes incluyen:
- Hinchazón en los tobillos o piernas, sobre todo al estar mucho tiempo de pie o sentado.
- Calambres o sensación de hormigueo, especialmente durante la noche.
- Picazón, ardor o calor en la zona afectada.
- Venas visibles o dilatadas (várices).
- Cambios en la piel, como enrojecimiento, oscurecimiento o aparición de manchas marrones, especialmente cerca de los tobillos.
- En casos más avanzados, pueden aparecer úlceras o heridas de difícil cicatrización, generalmente en la parte inferior de las piernas.

Es importante saber que no todas las personas tienen los mismos síntomas, y que el hecho de no tener várices visibles no significa que no haya insuficiencia venosa. Por eso, si sientes molestias persistentes en las piernas, es recomendable consultar con un profesional de salud.
¿Cómo se diagnostica la insuficiencia venosa?
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El diagnóstico comienza con la evaluación clínica, donde el profesional de salud revisa tus antecedentes, escucha tus síntomas y examina tus piernas mientras estás de pie o sentado con las piernas colgando. Esto ayuda a identificar signos como venas visibles, hinchazón o cambios en la piel.
Para confirmar el diagnóstico y evaluar cómo circula la sangre en tus venas, se suele recurrir a una ecografía Doppler. Es un estudio que, mediante ultrasonidos, permite observar el flujo sanguíneo y verificar si hay reflujo, es decir, si la sangre se devuelve en lugar de subir hacia el corazón, o si hay coágulos que dificultan el retorno.

¿Cómo se trata la insuficiencia venosa?
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El tratamiento de la insuficiencia venosa tiene como objetivo aliviar los síntomas, mejorar la circulación y prevenir complicaciones. La elección del tratamiento depende de la gravedad del caso y de la presencia de várices, úlceras o cambios en la piel.

1. Medidas generales y cambios en el estilo de vida
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- Elevar las piernas varias veces al día para facilitar el retorno de la sangre.
- Evitar estar mucho tiempo de pie o sentado sin moverse.
- Caminar con frecuencia o realizar ejercicios que activen los músculos de las piernas.
- Mantener un peso saludable.
- Evitar ropa ajustada, especialmente en la cintura y las piernas.

2. Terapia de compresión
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Uno de los pilares del tratamiento son las medias de compresión elástica, que aplican presión controlada sobre las piernas y mejoran el retorno venoso. Existen distintos niveles de compresión y deben ser indicadas por un profesional.

3. Medicamentos venoactivos
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Existen medicamentos que fortalecen las paredes venosas, reducen la inflamación y mejoran los síntomas como el dolor o la hinchazón. Estos se conocen como fármacos venoactivos y deben ser recetados por un profesional.

4. Tratamientos especializados
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En casos donde los síntomas son severos o no mejoran con tratamiento conservador, existen otras opciones más invasivas como:
Escleroterapia: inyección de una sustancia dentro de la vena afectada para cerrarla.
Cirugía: en casos de várices grandes o complicadas.
- Ablación endovenosa: técnica con láser o radiofrecuencia que sella las venas enfermas.

Referencias
- MedlinePlus. Insuficiencia venosa [Internet]. Bethesda (MD): U.S. National Library of Medicine; última revisión 9 Sep 2023 [citado 2025 Jul 01]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000203.htm.
- MedlinePlus. Enfermedades vasculares [Internet]. Bethesda (MD): U.S. National Library of Medicine; última revisión 9 Sep 2023 [citado 2025 Jul 01]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/vasculardiseases.html.
- Hospital de Emergencia Villa El Salvador. Guía de Práctica Clínica de manejo de la enfermedad venosa crónica superficial [Internet]. Lima: Hospital de Emergencias Villa El Salvador; 2024 Jun 10 [citado 2025 Jul]. Disponible en: https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/6470946/5652923-guia-de-practica-clinica-de-manejo-de-la-enfermedad-venosa-cronica-superficial.pdf?v=1718214065
- Capítulo Español de Flebología y Linfología. Guías de práctica clínica en enfermedad venosa crónica [Internet]. Madrid: Capítulo Español de Flebología; 2020 Jun [citado 2025 Jul]. Disponible en: https://www.capitulodeflebologia.org/wp-content/uploads/2020/06/Guias-Practica-Clinica-Enfermedad-Venosa-Cronica_431.pdf
- Servier Group. Why are people more likely to have venous disease in summer? [Internet]. Paris: Servier Group; 22 July 2024 [citado 2025 Ago 7]. Disponible en: https://servier.com/en/newsroom/people-likely-venous-disease-summer/
- Kakkos SK, Lampropoulos G, Papadoulas S, Ntouvas I, Tsolakis I. Seasonal variation in the incidence of superficial venous thrombophlebitis. Thromb Res [Internet]. 2010 ago [citado 2025 ago];126(2):98-102. doi: 10.1016/j.thromres.2010.04.016. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20553952/
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